¿Recuperación de la economía mexicana?
En particular, este incierto panorama internacional afecta a nuestro país el cual está atado geográfica y económicamente al devenir de la economía estadounidense. Dado el modelo de desarrollo adoptado basado en el fomento de las exportaciones petroleras y no petroleras hacia nuestro vecino del Norte y que representan más de 80% del total exportado, el futuro de la recuperación económica de México depende, fundamentalmente, de la evolución del mercado de Estados Unidos. Se pronostica que, en ese país, el crecimiento del Producto Interno Bruto (pib) fluctuará entre 2.6% y un máximo de 3% al finalizar 2010, ya que aunque su sector manufacturero muestra síntomas de reactivación y el precio de los bienes raíces se ha estabilizado después de grandes quebrantos, la debilitada demanda interna, los importantes índices de desempleo 10% de la Población Económicamente Activa (pea) y un gigantesco déficit presupuestal impiden una recuperación económica significativa.
En el caso de la economía mexicana, existen pronósticos muy disímbolos acerca del crecimiento que alcanzará el pib durante el presente año. En contraste con las expectativas un tanto fantasiosas de las autoridades gubernamentales que pronostican un crecimiento de hasta 5% del pib, la mayoría de los analistas estiman que difícilmente el crecimiento económico superara el 3.5% o 4.0% a todo lo largo del 2010.
Encuestas realizadas por el Banco de México (Banxico), entre distintos grupos de investigadores, coinciden en señalar que el crecimiento se concentrará durante el primer y segundo semestres de 2010, mismo que perderá fuerza a partir del tercer trimestre y, sobre todo, del cuarto de 2010, estimando que, en el mejor de los casos, la economía crecerá un máximo de 3.8% a lo largo del presente año (Banxico, 2010).
Según fuentes oficiales (Banco Mundial, 2010) el optimismo en torno a la recuperación de la economía mexicana se pretende sustentar en la existencia de un relativo equilibrio en las principales variables macroeconómicas, en un incremento en el nivel de actividad de algunos sectores productivos, particularmente en el de la industria automotriz en donde, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (amia, 2010), la producción nacional de vehículos automotores subió 25.4% y las exportaciones lo hicieron en 26.8% en diciembre a tasa anual. También se señala que las recientes alzas en las cotizaciones de los precios internacionales del petróleo mejorarán la situación de las finanzas públicas del gobierno, mismas que dependen en 40% de dichos ingresos. El alto nivel alcanzado por las reservas monetarias internacionales de casi 100 mil millones de dólares y el regreso, aunque sea producto de movimientos especulativos de corto plazo, del "super peso", dan en su conjunto los argumentos en que se pretende sustentar la confianza gubernamental en el futuro económico de México.