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CONTENIDO
Deudas soberanas europeas y esfuerzos en pos de la estabilidad Transferencias condicionadase impuesto predial (Sinaloa, México) España,
migración latinoamericana La regionalización económica
del Ecuador: 2007 Crisis y recuperación
de la Economía Mexicana Dinámica de población en China
a través de los censos Reseña: El beneficio de no haber
sido latinoamericano Reseña: Desarrollo y migración Nuevas publicaciones
Estadísticas de población (...continuación)
En retrospectiva, los 60 años de vida de la República Popular podrían dividirse en dos grandes periodos en función de las políticas económicas y de población, y del comportamiento de la urbanización: de 1949 a 1982, desde luego tomando en cuenta el cambio de criterio de medición adoptado en 1964; y de 1982 a la actualidad, este segundo periodo a su vez subdividido en fases, de 1982 a 1990, de 1990 a 2000 y, finalmente, de 2000 a 2010, ya sobre la base de los censos efectuados en cada uno de esos años, y del que se producirá en 2010.
En cuanto al primer periodo, 1949-1982, se tiene que, si se opta por el criterio de medición consistente en considerar como urbanos a la totalidad de los residentes en las localidades designadas como tales y se toma la cifra original de 211.5 millones correspondiente a finales de 1982, la población urbana se incrementó en 153.9 millones de personas, a un ritmo de 4.1% promedio anual, semejante al de otras naciones en desarrollo, pero mucho mayor al del crecimiento de la población total, de 1.9% promedio anual.
No se trató de un proceso lineal, sino de uno profundamente influido por las políticas en boga y por las campañas de masas que se sucedieron entonces; fue así como la urbanización se incrementó a un ritmo de 5.5% promedio anual entre 1949-1964, ello a pesar de que la población urbana se redujo en números absolutos entre 1960 y 1963, de 130.73 a 116.46 millones de personas para, en 1964, regresar al tamaño que tenía cuatro años antes (129.50 millones). La explicación de este fenómeno está en el fracaso de la campaña del Gran Salto Adelante (1959-1961), que llevó a una hambruna generalizada y a reducción de la población total del país, de 672.07 millones que sumaba en 1959, a 658.59 en 1961, para regresar a 672.95 millones de habitantes en 1962, el nivel de 1959 (SSB, SYC1986 : 71).
Posteriormente se produciría la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1976), movimiento comúnmente asociado con rusticación o regreso al campo; el hecho es que de varias fuentes se sabe de 17 millones de jóvenes urbanos emigrados al campo y de, aproximadamente, 13 millones entre intelectuales, funcionarios y sus respectivas familias, exiliados a regiones remotas, muchos de los cuales regresarían a las ciudades apenas a finales de los años setenta.14Chan, Kam Wing, 1985, en nota de pie de página 606, se refiere a Wu Youren, "Questions on China’s Urbanization" p. 97, y a Feng Lanrui y Zhao Lukuan, Employment and Wage in Urban China, p. 6, como algunas fuentes chinas de dicha información. Otro autor calcula 17.92 millones de jóvenes urbanos enviados al campo entre 1962 y 1980: 12.8 millones a aldeas rurales, 2 millones a granjas colectivas, y otros 3 millones a granjas estatales (Pan Yihong, 2003: xi). Y sin embargo, entre 1965 y 1975 continuó el proceso de urbanización en China, principalmente por crecimiento natural de la población urbana pero en combinación con dos fenómenos: el primero el éxodo de jóvenes, intelectuales y funcionarios de las grandes ciudades, asociado a la inestabilidad política prevaleciente; y el segundo el traslado de campesinos a localidades urbanas de tamaño pequeño y mediano, movidos por consideraciones económicas. En cada caso en cantidades cercanas a los 30 millones de personas.15Entre 1965-1975, la tasa de incremento de la población total fue de 2.5%; y la de la población urbana, 2.1%, en ambos casos promedio anual. En esos años, con crecimiento natural de la población urbana seguramente menor al promedio nacional, se tuvo expulsión de población de las grandes ciudades, ello en conexión con movimientos de masas y en su mayor parte al final de la segunda mitad de los sesenta; paralelamente, se produjo migración rural-urbana hacia pequeñas y medianas poblaciones, ello como parte del desarrollo de las llamadas ‘cinco pequeñas industrias’, eso durante la primera mitad de los años setenta (Chan, 1985: 601).
Por último, entre 1976 y 1982 volvió a tomar fuerza el proceso de urbanización, a una tasa de 4.7% promedio anual, ya en un ambiente de giro político que desembocaría en la introducción formal de una estrategia de reformas económicas y apertura al exterior en diciembre de 1978. Tómese en cuenta que entre 1976 y 1982 el ritmo de crecimiento natural de la población china fue de solamente 1.4% promedio anual (véase cuadro 1).
14 Chan, Kam Wing, 1985, en nota de pie de página 606, se refiere a Wu Youren, "Questions on China’s Urbanization" p. 97, y a Feng Lanrui y Zhao Lukuan, Employment and Wage in Urban China, p. 6, como algunas fuentes chinas de dicha información. Otro autor calcula 17.92 millones de jóvenes urbanos enviados al campo entre 1962 y 1980: 12.8 millones a aldeas rurales, 2 millones a granjas colectivas, y otros 3 millones a granjas estatales (Pan Yihong, 2003: xi).
15 Entre 1965-1975, la tasa de incremento de la población total fue de 2.5%; y la de la población urbana, 2.1%, en ambos casos promedio anual. En esos años, con crecimiento natural de la población urbana seguramente menor al promedio nacional, se tuvo expulsión de población de las grandes ciudades, ello en conexión con movimientos de masas y en su mayor parte al final de la segunda mitad de los sesenta; paralelamente, se produjo migración rural-urbana hacia pequeñas y medianas poblaciones, ello como parte del desarrollo de las llamadas ‘cinco pequeñas industrias’, eso durante la primera mitad de los años setenta (Chan, 1985: 601).