Su obra inicial (...continuación)
Sin embargo, su estudio sobre la situación inglesa, aunque breve, es interesante y con algún nivel. Claro que sus afirmaciones rituales sobre la inevitabilidad próxima de la revolución y “la transformación de la clase obrera inglesa aburguesada en proletariado revolucionario con conciencia de clase” (Varga, 1974: 400), son parte inevitable de la visión de fin de siécle que implica la “crisis general del capitalismo”. Comienza señalando que “la burguesía inglesa tuvo éxito al engañar la vigilancia de la mayoría de los observadores, al encubrir los preparativos para la lucha, los cuales se llevaron a cabo con la mayor precaución y aplicación”. Para él y para la dirección de la Komintern, la reacción de los halcones del gobierno inglés fue inesperada, por ello se plantea la tarea de investigar “cuáles (fueron) las causas que obligaron a la burguesía inglesa a atacar a la clase obrera” (Varga, 1974: 384).
En la investigación, Varga documenta la declinación de las diferentes ramas de la economía inglesa y de ésta en su conjunto ante los rivales imperialistas. Nos indica que en el fondo de la contradicción principal en ese momento, se encuentra la lucha entre la burguesía industrial y la bancaria y el predominio de esta última en detrimento de la primera, así como el afianzamiento de Inglaterra como banquero mundial, a lo cual contribuyó el regreso al patrón oro y procesos de deflación. “El problema fundamental de la burguesía consiste en lo siguiente: ¿deberá ser tomada la renta-ingreso en el producto social de los ingresos del obrero, de su salario o de las ganancias del capital industrial?” (Varga, 1974: 393).
El problema, dice, es que en Inglaterra está muy desarrollada la clase de los rentistas, no existe el campesinado y el único soporte social de la clase capitalista es aquélla (los rentistas), la cual se vería arruinada si se recurre a procesos inflacionarios y esta última se vería socialmente aislada frente a su enemigo mortal, las gigantescas masas del proletariado inglés. Por ello la única salida que le queda al gobierno inglés, en un periodo de disminución de la producción y las exportaciones, de dificultades económicas sin cuento, es acentuar la explotación de la clase obrera, reducir el salario, pero alargar también el día laboral. La burguesía inglesa sabe que como resultado de la pérdida de apoyo de parte de la aristocracia obrera su dominación puede encontrarse amenazada, pero no hay salida para ella. Y los obreros ingleses se convertirán en “proletariado revolucionario”.
Sobre Alemania nos señala que: