Palabras clave: Federalismo fiscal, ingresos estatales, dependencia tributaria.
Introducción
Durante la última década México ha experimentado cambios significativos en materia democrática y correlativamente en el marco del federalismo fiscal. No obstante, se ha agudizado la brecha regional derivada tanto del desequilibrio histórico que surge entre los ingresos propios y las necesidades de gasto público entre cada una de las haciendas de los distintos órdenes de gobierno, induciendo a las haciendas locales a una menor captación impositiva. En promedio, 90% de los ingresos de las entidades federativas provienen de la Federación, así mismo, el esquema de distribución de transferencias federales considera criterios contrapuestos, caso específico del Ramo 33 (Fondo de Aportaciones Federales), donde más de la mitad de estos recursos no se asignan con criterios compensatorios con el objeto de reducir las disparidades regionales del país, sino por el contrario se distribuyen con criterios ambiguos, provocando distorsiones en el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal.
Desde esta perspectiva se analiza dicho fenómeno, a efecto de mostrar que durante la última década el sistema de relaciones intergubernamentales en materia fiscal federal mantiene la dependencia financiera de las entidades federativas. La estructura temática se presenta en tres apartados. El primero comprende el marco teórico referencial sobre las relaciones fiscales intergubernamentales que sustenta el escudriñamiento empírico; el segundo, muestra la evolución y tendencia cuantitativa de los ingresos de los gobiernos estatales, mientras que el tercer apartado, presenta el estudio pormenorizado de los ingresos de las entidades federativas y su dependencia con los recursos federalizados, así como las conclusiones.
1. Marco teórico referencial sobre las relaciones fiscales intergubernamentales
El presente trabajo define al federalismo fiscal como el arreglo espacial del poder reconocido y garantizado por la constitución política, expresado a través de las finanzas públicas y como función pública representativa del poder político. Dicho arreglo comprende la distribución de las competencias para imponer tributos, recaudar y administrar los recursos fiscales, así como las facultades de los órdenes de gobierno para proveer los bienes públicos que determine la población. Es decir, el ámbito de la problemática del federalismo fiscal es político-económico, siendo aplicable al modelo federal en contraposición con la teoría de la descentralización fiscal, que es ajustable a cualquier forma de organización nacional (Indetec, 1996).