Palabras clave: Federalismo fiscal, descentralización, planeación.
Introducción
El trabajo tiene por objeto pasar revista al proceso de descentralización fiscal en México, a efecto de mostrar sus principales rasgos y etapas. Asimismo, analizar la estructura, composición y tendencias del gasto público federalizado durante el periodo 2000-2010, con el propósito de esbozar algunas reflexiones en materia hacendaria.
El documento se ha estructurado en cuatro secciones: la primera plantea el marco de referencia en torno a la importancia que representa el proceso de descentralización en un régimen federal, toda vez que constituye la punta de lanza hacia estadios de organización intergubernamental con perspectiva de desarrollo; la segunda, puntualiza las etapas y rasgos más significativos del proceso de planeación y descentralización en México; la tercera analiza la evolución y tendencias del gasto público federalizado y, finalmente, la cuarta sección presenta algunas reflexiones.
Marco de referencia
El tema de la descentralización en sus diversas vertientes y acepciones se asocia en sentido axiológico y cultural al concepto de poder, históricamente a Tocqueville se le acredita la paternidad de la descentralización –política– como la forma de organizarse para el ejercicio de la democracia (Uvalle, 2000). Efectivamente, dicha categoría representa un sistema de vida que coadyuva a que las organizaciónes de la sociedad e instituciones del Estado se articulen en los distintos ámbitos de competencia, con el objeto de que la relación entre gobernantes y gobernados sea más estrecha, directa y fluida.
Por su parte, Oates (1977: 126-128) acuña el término de federalismo fiscal y lamenta no haber denominado a esa rama de la economía como la teoría de la descentralización, cuyo proceso en el transcurso del tiempo ha dado motivo a diversos paradigmas que en la región de América Latina no han incidido de forma sustantiva en la calidad de la gestión pública; manteniendo una tendencia inequitativa del ingreso territorial y social, y por ende afectando la cobertura y eficiencia de los servicios públicos, en particular de los gobiernos subnacionales.
Efectivamente, la descentralización fiscal y el fortalecimiento municipal en México históricamente se han caracterizado por ser un proceso limitado, ya que en los hechos no presenta una correlación directa con el grado de desarrollo económico y con el avance democrático del país. El federalismo fiscal mexicano resulta insuficiente porque dada su naturaleza estructural, ha propiciado relaciones políticas asimétricas, que privilegian las relaciones económico-administrativas del gobierno central con los gobiernos subnacionales, limitando con ello el desarrollo de un auténtico federalismo.
En ese tenor, federalismo y descentralización en lo general son dos procesos correlacionados, referidos en esencia y desde la perspectiva política, a la celebración del pacto entre el régimen general y los gobiernos subnacionales que lo integran, ambos subordinados a una constitución que suscribe la división de competencias y concurrencias, así como las bases de coordinación, autonomía, diversidad que conjugan mediante relaciones centrales y descentralizadas. La descentralización, como proceso de gobierno conduce a la transferencia de competencias de decisión, asignación y provisión nacionales hacia procesos locales que permitan mayor acercamiento de los servicios públicos a la ciudadanía.