Carlos Marichal es doctor en historia por la Universidad de Harvard y experto en economía; profesor-investigador del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, y ha sido profesor visitante en numerosas universidades de Europa, Estados Unidos y América Latina.
Su obra Historia de la deuda externa de América Latina (Alianza Editorial, 1988), es constantemente citada, y su libro Bankruptcy of Empire: Mexican Silver and the Wars between Spain, Britain and France, 1760-1810 (Cambridge University Press, 2007), fue premiado por la Economic History Association de Estados Unidos y por la Asociación Española de Historia Económica.
Las grandes crisis financieras, su trabajo más reciente, ofrece al lector una visión de conjunto de las causas y consecuencias de las crisis financieras registradas desde la llamada primera época de globalización económica (1870-1914), pasando por la Gran Depresión, la era Bretton Woods, la crisis de la deuda externa de los años ochenta, las crisis del periodo 1990-2006, y concluyendo con la crisis de 2008 cuyo epicentro fue Estados Unidos.
El autor señala que por orden de impacto, las crisis más importantes han sido la Segunda Guerra Mundial, la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión, las crisis de principios de los años 1920, las crisis de la deuda de Latinoamérica en los años 1980 y las crisis financieras asiáticas (de 1997 y 1998). Considera que las guerras al igual que las crisis económicas son fundamentales en la historia de los regímenes monetarios y financieros del mundo en el último siglo y medio.
El libro se divide en seis capítulos, en el primero se analizan las crisis financieras del capitalismo, cuando éste se impuso como sistema económico dominante, es decir entre la debacle de 1873 y el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. Fue una época en la que los ciclos industriales comenzaron a ejercer influencia en gran parte de la actividad económica mundial y en la que se responsabiliza de las crisis financieras a las secuencias de auge y caída, que son características del capitalismo liberal. El autor señala que los mecanismos para responder a las crisis y atenuarlas eran ambiguos, porque aún no se tenía clara la idea de contar con un prestamista de última instancia.
Además, la crisis de 1907 demostró que Estados Unidos requería de un banco central para enfrentar futuros descalabros bancarios y financieros, sin embargo esto chocaba con la idea de que debía existir poca intervención del gobierno.