1. El origen de las transferencias intergubernamentales(...continuación)
Los objetivos de las transferencias han sido, por un lado, eliminar el desequilibrio fiscal vertical (entre jurisdicciones de diferente nivel) por medio de participación de impuestos, subvenciones condicionales o incondicionales; y, por otro, eliminar los desequilibrios fiscales horizontales (entre jurisdicciones del mismo nivel), para lograr el acceso igualitario a los servicios públicos.
Así, pues, entre otras situaciones que se logran paliar con las transferencias están las dificultades que las regiones más pobres tienen para mantener los niveles elevados de actividad de las más ricas. Los caminos serán deficientes y las posibilidades de educación limitadas. Pero muchas de esas funciones, aunque son realizadas de mejor manera por los planos estatal o provincial y municipal, ofrecen beneficios que recaen sobre el resto de los habitantes del país. Los residentes de ciertos estados realizan viajes a otros y los educados en un estado pueden mudarse a otro, por ejemplo.
Adicionalmente, la regla de tratamiento igual a quienes se hallan en las mismas condiciones no puede lograrse cuando los recursos tributarios de las diversas jurisdicciones difieren. Si ciertos niveles educativos exigen que en una región las tasas impositivas sean dos veces más altas respecto de otras, las personas en igualdad de circunstancias no son tratadas en igual forma debido, solamente, a la diferente ubicación geográfica de sus domicilios.
También las cargas impositivas desiguales dan lugar a beneficios inequitativos, lo que origina una distribución antieconómica de las actividades. Las empresas tenderán a trasladarse de las áreas pobres con altos impuestos y pocos beneficios, a aquéllas en que las tasas son menores y los beneficios más importantes. En consecuencia, no puede lograrse la neutralidad geográfica de las actividades gubernamentales.
Es importante subrayar que las transferencias constituyen un elemento importante de la teoría de la hacienda pública. Los estudios (Boucher y Vermaeten, 2000) se han centrado en los efectos que tienen las transferencias tanto sobre los gastos de los gobiernos receptores, como en el resto de sus fuentes de financiamiento.
La cuestión fundamental es que las transferencias no generen dependencia del gobierno otorgante ni un aumento del proceso de centralización y sí garanticen un nivel mínimo de servicios públicos en todo el país (Boadway, 2007).
Existe una gama muy variada de transferencias debido a que cada una de ellas responde a una función concreta. Por ejemplo, pueden estar destinadas a un fin específico o el receptor de los fondos las puede utilizar de manera discrecional; pueden tener fines redistributivos o, bien, servir solamente para compensar la falta de ingresos impositivos. Cabe aclarar que la tipología sobre transferencias intergubernamentales es poco homogénea. En la literatura es común denominar a un mismo tipo con varios nombres distintos.