Dimensión Económica, IIEc-UNAM
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Gasto público delegacional y marginación
en el Distrito Federal
Instituto de Investigaciones Económicas

Comentarios finales

Del análisis econométrico se concluye que, cualquiera que sea la manera en que se clasifique el gasto público del Distrito Federal, éste tiene una relación estadísticamente significativa con el Índice de Marginación, con excepción de las delegaciones Benito Juárez y Coyoacán, que fueron las que más redujeron su Índice de Marginación entre 2000 y 2005; en general, el impacto del gasto sobre la marginación disminuye conforme se reduce la marginación, tanto en el caso del gasto programable total, como en los casos del gasto corriente, del gasto administrativo y del gasto en programas sociales.

Una hipótesis que permite explicar lo anterior es que el Índice de Marginación responde más a variables relacionadas con la capacidad del sector privado para allegarse de recursos, tales como el ingreso privado o la escolaridad, que a la adquisición de bienes que financia el gasto público. Así, en delegaciones como Benito Juárez o Coyoacán, que tienen más población con altos niveles de ingresos y de estudios, el gasto público no influye en la marginación o influye menos porque en esas delegaciones más población financia con sus ingresos privados la adquisición de los bienes y servicios que reducen sus índices de marginación y, por tanto, recurre menos al financiamiento público; al mismo tiempo, a la población de esas delegaciones le es más fácil disminuir su marginación, porque tiene menos carencias por cubrir; por el contrario, en delegaciones como Iztapalapa o Milpa Alta, con mayores rezagos en ingresos y educación y con una población más dependiente de los servicios públicos, el gasto público influye más; no obstante, a la población de esas delegaciones le es más difícil disminuir su marginación porque tiene más carencias por sufragar.

En relación con el efecto inverso del gasto corriente y del gasto en administración y finanzas sobre los índices de marginación, pueden plantearse dos hipótesis para explicarlo:

  1. La operación de los programas sociales se financia principalmente con este tipo de recursos y como el gasto social reduce la marginación, entonces también el gasto corriente y administrativo ayuda a disminuir la pobreza.
  2. El gasto corriente y administrativo puede estar generando círculos virtuosos de demanda en las demarcaciones políticas: los trabajadores de las delegaciones adquieren bienes y servicios de residentes de la misma delegación, una parte de los materiales y suministros se compran en comercios locales, las transferencias directas delegacionales se destinan a residentes de la delegación; todo ello genera más ingresos privados para los habitantes de la delegación, disminuyendo la marginación de sus hogares.
Otro hallazgo que deriva del análisis econométrico es que, contrariamente a lo esperado, el gasto de capital, así como en infraestructura urbana y ecológica conjuntamente con el gasto en gobierno y seguridad pública, se relacionan positivamente con los índices de marginación, lo que implica que a mayor gasto en esos rubros mayor marginación, observación empírica que puede explicarse con tres hipótesis:

  1. La existencia de un efecto de desplazamiento del gasto de capital, así como del gasto en infraestructura urbana y ecológico y del gasto en gobierno y seguridad pública, sobre el gasto corriente y sobre el gasto social,11Cabe resaltar que esa hipótesis es apoyada por la presencia de correlación contemporánea entre el gasto corriente y el gasto de capital, así como entre el gasto en desarrollo social con el gasto en desarrollo urbano y ecológico, y con el gasto en gobierno y seguridad pública. Para evitar que esa correlación tergiversara las pruebas de hipótesis se utilizaron varianzas SUR. el cual significa que, dado el presupuesto autorizado a las delegaciones, cuando aumenta la proporción de recursos destinados a financiar las actividades enmarcadas en los programas relacionados con desarrollo urbano y ecológico, con gobierno y seguridad pública, así como con obra pública, disminuye el gasto social y el gasto corriente utilizado para operar los programas públicos relacionados con dicho gasto social.
  2. El gasto de capital, así como las erogaciones en desarrollo urbano y ecológico y en seguridad y gobierno no tienen un efecto contemporáneo, sino rezagado, en la capacidad de los hogares para disminuir su marginación.12Como el Índice de Marginación de 1995 no se calculó con la misma metodología que la utilizada en 2000 y 2005, no pudo comprobarse esa hipótesis, toda vez que la cantidad de datos para esos dos años no es suficiente para incluir rezagos en las regresiones, ello requeriría información sobre la marginación para más de dos años, la cual no se encuentra disponible. Cabe anotar que por la utilización de varianzas robustas SUR de sección cruzada, el supuesto implícito es que el efecto rezagado del gasto de capital sobre los índices de marginación es menor a cinco años.
  3. El gasto de capital, así como las erogaciones en desarrollo urbano y ecológico y en gobierno y seguridad pública, benefician, por un lado, a la población que obtiene ganancias en la delegación (comercios, fábricas, etc.), porque disminuye sus costos; sin embargo, esa población no necesariamente genera algún círculo virtuoso de oferta o demanda dentro de la delegación, sobre todo en el caso de las delegaciones con alto Índice de Marginación, porque gasta parte de sus ganancias en otras delegaciones o entidades federativas y, al mismo tiempo, puede estar contratando trabajadores que habitan en otras demarcaciones políticas o entidades federativas; por su parte, la población de bajos recursos que también utiliza los bienes y servicios derivados de ese tipo de erogaciones puede estar saliendo a realizar sus actividades productivas en otras regiones geográficas, sin usufructuar la mayor parte de su tiempo. Los efectos de las mejoras que se realizan en materia de desarrollo urbano y ecológico u obra pública dentro de la delegación en que habitan, —sobre todo cuando estas últimas son las de mayor marginación puesto que, naturalmente, tienen menor cantidad de plazas de trabajo—, pueden provocar que una parte del beneficio del gasto en obra pública se exporte hacia otras regiones geográficas, revirtiendo su potencial para impulsar la capacidad de los residentes de las demarcaciones políticas para superar sus rezagos socioeconómicos.13Si bien la hipótesis que se describe en este inciso no se puede comprobar con la información pública disponible, resulta recomendable que el Gobierno del Distrito Federal la explore a fondo al definir el destino del presupuesto delegacional.


En resumen, las delegaciones políticas poseen ventajas comparativas para recoger y atender las necesidades sociales de la población, como es la mayor cercanía y contacto directo que tienen con los hogares por los diferentes trámites que ofrecen, lo que implica que el Gobierno de la Ciudad de México puede aprovechar esas ventajas para incrementar el impacto social de su gasto público, tomando en cuenta que ese impacto no se refleja en la clasificación que divide al gasto corriente del gasto de capital, sino en la que distingue las acciones específicas de las delegaciones. Si bien no se trata de definir el presupuesto público con criterios de clientelismo político, debe tomarse en consideración que una parte del gasto que no tiene carácter social se orienta a cumplir obligaciones ineludibles del gobierno, solamente el que se destina a atender las necesidades directas de las familias (vivienda, educación, capacitación, empleo y salud, entre otros), y es el que coadyuva, de manera contemporánea, a disminuir los rezagos sociales más urgentes, sin importar si se trata de gasto corriente o de capital.

En otras palabras, estadísticamente se ratifica que el gasto público que mejora las condiciones de vida de la población es el que redistribuye la riqueza, es decir, el que propicia que mejoren los ingresos privados de la población más pobre puesto que es precisamente el mayor ingreso privado el que reduce más y más rápido la marginación.

La reducción de la marginación propiciada por el gasto público distributivo de la riqueza puede deberse a que ese tipo de erogaciones gubernamentales ponen a disposición de la población más pobre las herramientas indispensables que requieren para incrementar su ingreso privado, en particular, mayor oferta y calidad de fuentes de trabajo, al generar círculos virtuosos de demanda; la acumulación de capital humano, al expandir la cobertura de los servicios públicos de educación, cultura y capacitación y, finalmente, mejores niveles de desarrollo humano, al aumentar la disponibilidad de bienes y servicios públicos que impactan positivamente en ese indicador, como los de salud, deporte, alimentación y vivienda.

11Cabe resaltar que esa hipótesis es apoyada por la presencia de correlación contemporánea entre el gasto corriente y el gasto de capital, así como entre el gasto en desarrollo social con el gasto en desarrollo urbano y ecológico, y con el gasto en gobierno y seguridad pública. Para evitar que esa correlación tergiversara las pruebas de hipótesis se utilizaron varianzas SUR.

12Como el Índice de Marginación de 1995 no se calculó con la misma metodología que la utilizada en 2000 y 2005, no pudo comprobarse esa hipótesis, toda vez que la cantidad de datos para esos dos años no es suficiente para incluir rezagos en las regresiones, ello requeriría información sobre la marginación para más de dos años, la cual no se encuentra disponible. Cabe anotar que por la utilización de varianzas robustas SUR de sección cruzada, el supuesto implícito es que el efecto rezagado del gasto de capital sobre los índices de marginación es menor a cinco años.

13Si bien la hipótesis que se describe en este inciso no se puede comprobar con la información pública disponible, resulta recomendable que el Gobierno del Distrito Federal la explore a fondo al definir el destino del presupuesto delegacional.

Dimensión económica, septiembre-diciembre, 2009 vol. 1. núm. 1, es una revista digital arbitrada de publicación cuatrimestral editada por la Universidad Nacional Autónoma de México: Ciudad Universitaria, Coyoacán, C. P. 04510, México, D. F. por el Instituto de Investigaciones Económicas, Circuito Mario de la Cueva, Ciudad de la Investigación en Humanidades, Ciudad Universitaria, Coyoacán, C.P. 04510, México, D.F., Tel. (55)56230160, http://rde.iiec.unam.mx , dieco@iiec.unam.mx. Editor responsable: Alejandro Méndez Rodríguez. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo Núm. 04-2009-110511395200-203, ISSN: en trámite con núm. de folio 00000094, responsable de la última actualización de este número, Erika Martínez López y Minerva García Palacios, Circuito Mario de la Cueva, Ciudad de la Investigación en Humanidades, Ciudad Universitaria, Coyoacán, C.P. 04510, México, D.F., fecha de la última modificación 04 de diciembre de 2009. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Se autoriza la reproducción total o parcial de los textos aquí publicados siempre y cuando se cite la fuente completa y la dirección electrónica de la publicación. Créditos