La reforma energética y la inversión extranjera directa
en el petróleo mexicano, 1948-2008.

Mtro. Luis Sandoval Ramírez

Resumen

Introducción

De 1948 a 1972

De 1973 a 1994

De 1995 a 2008

Bibliografía

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De 1995 a 2008

Una tercera ola de inversiones y participación extranjeras en el petróleo y sus derivados, surgió a partir de 1995 y sobre todo en la primera década de los 2000. La estrategia de esta penetración ya había sido delineada en un estudio de la Heritage Foundation, que recoge la visión del Banco Mundial y de las grandes empresas petroleras norteamericanas: "para que sea privatizado totalmente Pemex y usar los $ 150 000 millones de esa operación para pagar la deuda externa" [Saxe-Fernández, 2002: 269].

En 1995 Ernesto Zedillo, presionado por las autoridades norteamericanas en el contexto de la crisis económica de 1995, pactó con éstas vender Pemex, pero se topó con la oposición de numerosos sectores, incluídas las bases de su propio partido, el PRI [Mason, 2002: 469]. Sin embargo, de 1995 a 1997, éste y Reyes Heroles hijo trataron de vender 61 plantas de la "petroquímica secundaria" a las compañías privadas [Saxe-Fernández, 2002: 348], principalmente a las transnacionales Exxon, Chevron y Shell, bajo el esquema de 51% (estatal) - 49% (privado) de la propiedad de las acciones [Mason, 2002: 470]. Empero, la venta no se realizó debido a que los productos químicos se obtenían en complejos petroquímicos como el de Cosoleacaque y no en empresas aisladas, lo que les implicaba un alto precio. Por otra parte la oposición a la venta fue generalizada, incluyendo al sindicato (STPRM sección X), pero también porque la estrategia gubernamental fue la de importar los productos químicos que antes se producían y dejar perder las plantas existentes. Hacienda esgrimió el lema "es más barato importar que producir". De esta manera, si Pemex en 1990 tenía el 5º. lugar en el mundo en cuanto a productos petroquímicos, hoy tiene el 65avo lugar (aproximadamente), [Decelis Rafael, 2008: correspondencia con el autor sobre este artículo].

En 1997 las autoridades mexicanas permitieron a los inversores y a las corporaciones norteamericanas participar en cuatro grandes proyectos, entre ellos Cantarell, contemplándose la apertura de 120 "pozos de desarrollo" y 24 pozos de inyección de gas para sacar a flote al crudo [Ibid, p. 472].

Los gobiernos panistas han abierto cada vez más las puertas a las empresas transnacionales petroleras, al frente, Halliburton y Schlumberger en el petróleo (pero también en el gas natural) y Repsol en el gas natural, aunque también incursiona en el petróleo. Las subsidiarias en México de estos gigantescos conglomerados adoptan la terminación "de México" en su título y uno pensaría que son mexicanas, pero no: están registradas en los EE UU, Europa, las Bahamas u otros paraísos fiscales y la mayoría tienen su casa matriz en Texas.

Esta apertura con el sector privado de ya varias décadas, ha elevado la contratación a más del 80% de los servicios. Pemex Exploración y Producción (PEP) destina el 90% de su presupuesto a contratos con las 2500 empresas privadas que tiene relaciones. En general, 180 mil millones de pesos de los 220 mmp (81.8%) del presupuesto de inversión que PEMEX ejercerá este año, serán ¨para contratar servicios de exploración, perforación y producción con empresas particulares [Tu Decides, 05.09.08]. La tabla siguiente da cuenta de la participación privada en Pemex y la CFE:

Fuente: Arturo Huerta González, con datos Vicente Fox Quesada, V Informe de Gobierno, Anexo Estadístico





Vol. 1, Núm. 0, mayo-agosto/2009, ISSN: en trámite D.R. © Dimensión Económica, Revista Digital
Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, Ciudad Universitaria, México D.F.
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