"Sangre y Petróleo"1

Omar Rodrigo García Arias2


RESEÑA

Michael T. Klare es un experto en temas de seguridad internacional y nacional estadounidense. Por tanto, en su obra sangre y petróleo (2006) veremos un análisis sagaz, de cómo desde la óptica y estrategia geopolítica estadounidense se busca resolver la dependencia energética en el petróleo y detalla cuál es la situación mundial derivada de las acciones a favor de la seguridad nacional y energética de Estados Unidos durante la administración de George W. Bush (sobre todo en el primer periodo 2000-2004).

Klare, esboza los riesgos de la dependencia de los Estados Unidos por el petróleo que alcanzaron a la administración de George W. Bush. Expone que el presidente Bush Jr., con la experiencia propia y un equipo ligado a la industria petrolera y militar, posicionó las intenciones fundamentales (sobre todo después del 11 de septiembre del 2001) de lograr una supremacía económica a través del despojo petrolero (como el ocurrido en Irak en 2003) y otras estrategias político militares (como las alianzas en el Golfo Pérsico) para contar con el suministro garantizado del crudo, así como controlar los oleoductos (por ejemplo los de Afganistán a su servicio desde 2001) y asegurar los flujos del mercado petrolero internacional hacia el amparo de la industria y economía estadounidense.

En esta obra, se ilustra perfectamente cómo Halliburton Company, Texaco, Exxon y el lobby petrolero estuvieron al tanto de la National Energy Policy de mayo del 2001, donde se emplazaba a poner atención a la dependencia energética emanada de la importación no garantizada de crudo del Medio Oriente, y a concretar acciones de perforación y explotación del petróleo hallado en la reserva ecológica de Alaska.

Sin duda, los brios de una economía industrial como la estadounidense y del american way of life se basan en el petróleo barato y abundante, así que los esfuerzos para abatir la crisis económica a la que se enfrentan los EE.UU. desde el 2000 requirieron de una rigurosa atención a las cuestiones petroleras y militares en la administración de George W. Bush.

Aunado a lo anterior, como la potencia militar mundial, los Estados Unidos requieren de un abastecimiento asegurado de crudo para operar y desplegar en el orbe sus vehículos militares, en aras de su seguridad y de lo que implique su supervivencia hegemónica.

En el texto se le revela al lector cómo el petróleo se convirtió en base de relaciones y alianzas, importantes en su momento en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, pero hoy fundamentales para comprender las capacidades militares y dinámicas de seguridad que tiene Estados Unidos en el Golfo Pérsico.

Además, se llega a comprender cómo para EE.UU. la alianza con Arabia Saudita resulta un gran instrumento y negocio para fijar las cuotas de producción y precio del crudo desde la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El país árabe es el único miembro dentro de la OPEP capaz de influir por sí solo en la cantidad y precio de los barriles de petróleo a nivel mundial, por ser el país con las reservas petroleras más grandes del planeta, 26%.

Klare cuestiona y desdice a aquellos políticos y voces estadounidenses que niegan la conexión de la política exterior bélica, sangrienta y vertiginosa de Bush Jr. con la apropiación del ruptor de petróleo del Medio Oriente hacia el mundo.

En suma, presenta repasos históricos excelentes, con declaraciones importantes, fechas, datos y cifras para mostrar cómo el petróleo es un factor nodal en la reconfiguración geopolítica mundial encabezada por los Estados Unidos, pero potencias como Rusia, China e India tendrán un papel primordial en esta reconfiguración.

Por último, Micheal T. Klare señala que ya estamos viviendo los riesgos y peligros globales de un acelerado declive en la producción petrolera de crudo barato. Sin cooperación ni voluntad de los gobiernos de todas las regiones, el mundo estará al borde diario de una competencia férrea o de guerra. Por lo pronto el llamado de Klare es a que se reduzca el consumo mundial, implicando una conciencia ecológica social y un cambio en los hábitos de consumo más favorable al bajo impacto en el medio ambiente.


1Michael T. Klare. Sangre y petróleo. Tendencias Editores. Barcelona, España: 2006.
2Estudiante de la maestría en Estudios en Relaciones Internacionales, del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales UNAM.





Vol. 1, Núm. 0, mayo-agosto/2009, ISSN: en trámite D.R. © Dimensión Económica, Revista Digital
Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, Ciudad Universitaria, México D.F.
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